Mario Lozano, virólogo e investigador del CONICET reflexionó sobre el ingreso de la variante delta al país y advirtió que mientras no se distribuyan mejor las vacunas pueden seguir apareciendo variantes.
En No Corras, por FM 97 UNE, el especialista señaló que hay mucha evidencia científica, en el mundo, que indica que en los lugares donde entra la variante Delta, “sólo toma entre 4 o 5 semanas para cambiar la proporción de variantes circulantes, y otras 4 o 5 semanas más para establecerse como la única cepa de circulación comunitaria en el territorio”.
“Como es muchísimo más contagiosa que las otras variantes hay más contagios incluso, entre las personas vacunadas, porque esta cepa escapa un poco la protección de las vacunas” y aclaró que aún así vacunarse “siguen siendo la herramienta más efectiva para prevenir las formas graves de la enfermedad e incluso la muerte. Ya que en el mundo se puede ver que los países más protegidos tienen menos decesos e internaciones.”
Además, destacó que Argentina “está recién empezando la circulación de la variante Delta. Y en este contexto todas las medidas que podamos tomar son muy importantes porque podríamos retrasar aún más esa circulación comunitaria. Hay que pensar como si empezáramos una pandemia con la variante Delta.”
“Entonces, hacer el seguimiento los casos infectados, rastreo y aislamiento de los contactos estrecho y mantener las políticas de cuidado se vuelve esencial para evitar que la variante se transmita. Pues, cuanto más lo retrasemos le damos más oportunidad al programa de vacunación para proteger a más personas” aseguró.
Finalmente, el virólogo advirtió que mientras no se distribuyan de manera más equitativa las elementos de prevención sanitaria y en especial de las vacunas, siempre está la posibilidad de que aparezcan nuevas variantes. Pues, en los países donde no se ha llegado a vacunar al 1 por ciento de la población, el virus circula a sus anchas. Y cuando circula genera variantes como cualquier ser vivo. Toda descendencia siempre tiene alguna modificación".
“ Y eso mismo le pasa al virus. Pero mientras a los humanos nos llevó 300 mil años de evolución tener una diversidad poblacional como la que tenemos hoy, el virus lo hace en dos semanas. Entonces, tiene mucha más velocidad de cambio, de adaptación y siempre está la posibilidad de que aparezcan nuevas variantes, algunas inocuas para el ser humano pero también otras que serán de preocupación” concluyó.