Al comienzo de la entrevista y al ser consultado sobre la disolución del Servicio Argentino de Calibración y Medición (SAC), Enrique Martínez respondió: “No es una medida aislada ni una medida que inicie un problema, es una medida que continúa con una decisión de las grandes corporaciones industriales de achicar la importancia del INTI y del resto de los organismos de apoyo a la industria. El Instituto se creó en 1957 para auspiciar el desarrollo de proveedores pymes de las multinacionales que iban llegando y se lo intenta comenzar a achicar, acotar y hasta destruir en una medida que el neoliberalismo considera que la globalización no necesita tecnología nacional”.
Por otra parte, reflexionó: “A futuro el INTI depende de que haya una política industrial nacional. Simplemente lo que quiero señalar es que cuando nosotros llegamos al INTI éramos apoyados por una política nacional, pero con la necesidad de remontar una cultura de los tecnólogos que no era favorable al apoyo de las pymes o el desarrollo en regiones de menor densidad tecnológica. Es decir, hubo mucha resistencia inicialmente considerando que ayudarle a hacer pan a la gente y enseñarle a hacerlo, para la gente no era tecnología. En realidad esa discusión ni siquiera la planteamos, hubo que superar la limitación cultural de muchos años de trabajo sobre los tecnólogos”.
“Los tecnólogos en la Argentina, como buena parte de la academia, son estimulados a la jerarquía intelectual individual que en muchos casos los desvincula del medio. Los ejemplos más claros son las facultades de ciencias económicas que forman economistas básicamente neoliberales, tienen todos los instrumentos para pensar de otra manera pero no lo hacen porque no tienen conducción. En el INTI la conducción llevó en otra dirección, después de varios años se estaba desarrollando la tecnología para un auto nacional por propia iniciativa de los grupos de mecánica y otros grupos asociados”, agregó el expresidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial en diálogo con Laboratorio de Ideas por Radio Provincia AM1270.
Por último, precisó: “Se trata de vincular la transformación social hacia una sociedad más justa con la tecnología como factor de esa transformación y no como factor de colaboración con las empresas multinacionales que vienen a ganar plata a nuestro país. Me parece absolutamente necesario poner cuidado en discutir conceptualmente para qué se hace tecnología en un país como la Argentina”. Mientras añadió: “Sostengo que en un país con el 40% de población ocupada en negro y con 25% de pobreza como límite mínimo, si uno quiere tener un instituto de tecnología nacional tiene que ocuparse de la tecnología de punta y de la tecnología para sobrevivir también, y esta última hacerla la más eficiente posible”.
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