Al comienzo de la charla en el programa Dos Dinosaurios Vivos por Radio Provincia AM1270, Pablo Maritano indicó: “Hay algo que se llama oficio y que es importante, a veces el temple tiene más que ver con saber manejar justamente esta confluencia y superposición de gente. El Cervantes tiene a su gente que le puso toda la voluntad desde el principio e hicieron propio el espectáculo, desde la compañía de danza hasta técnicos, realizadores y vestuaristas. Pero esto tiene su singularidad porque el teatro estatal trabaja en un determinado horario, entonces digamos que trabajar así fue maravilloso pero hay que tomarle el tiempo, eso demandó un poco de oficio”.
Además, el director general y responsable de la puesta en escena de La Revista del Cervantes destacó: “Teníamos un elenco muy heterogéneo. Había gente que venía de palos muy distintos y lo interesante era darle un poco ese sabor que tiene el elenco. En ese sentido se trabajó mucho en construir cada cantante y cada bailarín donde no lo había. No queríamos homogeneizar absolutamente todo, queríamos una presencia de sonido que recordara mucho más a este híbrido entre cantante popular y cantante clásico, que a mí me resulta más interesante. Todo fue una construcción y eso hizo que armar esto tuviera un modo bastante singular porque había que conseguir un idioma común (…). Fue un trabajo realmente grupal, fue muy divertido”.
En tanto que también destacó: “Vos viste que las personas que hacemos dirección somos un poco parte del público, pero acá te diría que tiene que ver más una opinión del público en tanto y en cuanto creo que esto le devuelve a la gente, al público argentino, un poquito de autoestima. Yo creo que el público recibe con gratitud que no se lo menosprecie de alguna manera”. Por último, Maritano confirmó que la obra volverá el año que viene.
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