En diálogo con La siesta es sagrada comentó que el reconocimiento la tomó por sorpresa, y destacó que “saber que es un premio que ganó gente muy grosa como Quino, y saber que soy la primera mujer, es un montón”. En ese sentido, “no hay muchos premios, y sobre todo, premios de verdad ya que en este mundo existen muchos falsos premios. El premio tiene que ver con quien se lo ganó antes, quién lo da, y cuánto te dan, porque esos son los verdaderos premios”.
Luego comentó que en mayo del año que viene irá a España para recibirlo. Allí, además, presentará su libro ‘Las mujeres de mi vida’, y dijo que con el paso del tiempo su forma de hacer historietas fue cambiando. “Nadie es la misma persona 30 años después, noto que mis formas de hacer humor cambiaron. No me interesa hacer reír, cuando sos joven sos más gracioso, en cambio ahora estoy más preocupada con el mundo. Quino decía que cuando un humorista es más grande se vuelve más reflexivo. El humor es un buen lenguaje para decir cosas series, mi trabajo es una consciencia de quién soy y cómo soy escuchada”.
Finalmente, reconoció que “hacer una tira diaria es un montón, como un amor - odio. Pero me doy cuenta que me gusta, porque te hace estar conectada con el mundo de una manera particular y dibujar todos los días. Y eso me hace muy bien, porque como estoy muy loca es una terapia”.