En ese marco, Díaz explicó que “frente a un evento cada vez más extremo” que actualmente “se inundan zonas que son habitables que capaz hace 10 años no lo eran” ya que “se inundaba un terreno baldío y no pasaba nada, no había una tragedia”. Ante ello, “se combinan las dos cosas: es peor la amenaza y somos más vulnerables”.
Consultado sobre la posibilidad de prever este tipo de catástrofe, apuntó: “Así con gran certeza y sobre todo cuando es con acumulado, uno puede ver a algunas semanas si va a llover o no pero después la severidad de esa tormenta y las estimación del agua que va a caer, se puede ver 48hs antes”.
“Lo que nos marcó este evento es la alerta llegó a tiempo porque ya se había tomado la decisión de suspender las clases y el transporte público; lo que sí no se pudo prever es que iban a caer 290 mililitros, que es una brutalidad de cantidad”, concluyó.
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