En una entrevista con El holograma y la anchoa, el cordobés Horacio Altuna se refirió a su vida en España. “Yo me fui con cuarenta años, ya era un tipo bastante grande. Entonces allí me costó, aún me cuesta amoldarme. Siempre digo que yo no me terminé de ir de acá (…). No puedo olvidarme de las cosas que me atan a Argentina”, expresó quien supo ser presidente de la Asociación de Ilustradores de Cataluña.
Por otra parte, el ensayista Guillermo Saccomanno destacó que “de tanto en tanto entro en una de esas llamadas comiquerías y me voy más para el lado del cómic de autor”. A lo que agregó: “No estoy al tanto de lo que pasa con el cómic nacional, no me interesa tampoco ir a las ferias. Me parece que hay algo de lo que no se habla: la ideología del dibujo. Los dibujantes en su mayoría se fijan en el trazo, pero la historieta es mucho más que ese dibujo”.
En ese sentido, el reconocido historietista señaló: “En parte comparto con Guillermo y en parte no, en el sentido de que ahora el cómic se ha abierto a otras temáticas. Se abordan todas las temáticas, no siempre bien dibujadas y a veces son falsamente intelectuales. Eso está bien en el sentido de que es más abarcativo, pero todavía nos falta recorrido y gente joven”. Mientras añadió: “Hay un problema laboral muy serio para empezar a trabajar. Todo se complica para que esto pueda tener otro camino”.
Asimismo, al ser consultado hacía dónde va el género, reflexionó: “Es una pregunta que no tiene respuesta, en este momento es todo un tembladeral porque el mundo editorial se está modificando (…). Hay un fenómeno crucial de los últimos años, que es la irrupción del manga en Occidente. Ocupa un espacio en el mercado que, en muchos casos, es mucho más del 50% de la venta de cómics. Es otro tipo de visión, de cultura, de abordaje; todo eso está formando nuevos lectores y dibujantes”.
Al respecto, Saccomanno aseguró: “Me parece que el manga no tiene elaboración. Horacio habla del sentido y no sé a dónde va, me parece una cosa muy estándar, muy formateada. No tiene apelación a lo humano sino a lo automático”.
Seguido, deliberó: “La historieta desapareció acá porque los editores la explotaron. Pudieron haberse amoldado al signo de los tiempos y seguir produciendo porque la historieta tenía un público. Creo que el gran drama es que un pibe que dibuja no tiene donde publicar. Se arman algunas editoriales independientes y me parece interesante mirar ahí”. A lo cual adicionó: “En la literatura pasa lo mismo. Hay una gran riqueza de diversidad de poéticas, de estilos, de modos, de registros”.