El jueves mientras estaba en su casa en España, donde vive desde hace 20 años, Diego Villamayor recibió la noticia de que habían encontrado a su hermano, el bebé que su mamá, Marta Pourtalé, dio a luz mientras estaba en cautiverio en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y quién es el nieto restituido 138.
En diálogo con “Napalm”, por Radio Provincia 1270, reveló que “a partir del anuncio, me emocioné y me liberé. Todo ha sido felicidad”. Reconoció que no tuvo tiempo de festejar, sin embargo, planteó que “ha sido una alegría muy grande porque se ha contactado mucha gente para compartir su emoción”.
Al ser consultado sobre cómo fue que recibió la noticia, explicó que tuvo un llamado de Manuel Gonzálvez, integrante de la Comisión Nacional por el Derecho por la Identidad (CONADI) que “se quería comunicar conmigo y cuando hablamos me dijo: Está bien que tuvieras esperanza porque lo encontramos”.
Villamayor recalcó que esta noticia se trata de “una alegría inmensa”, a pesar que sabe “muy poco” de su hermano. Se sabe que el nieto 138 es abogado, tiene 48 años y vive en Buenos Aires. En esa misma línea sostuvo que “sé su nombre de pila y con eso estoy buscando y descartando en las redes. Estoy haciendo una labor detectivesca y estoy disfrutando mucho este momento”.
Por otra parte, al referirse a la familia materna, Villamayor explicó que “hablé con mi tío Pedro, que estaba andando en bici, y mi tía Susana, que fue la que más esperanza siempre tuvo de toda la familia. Ella Insistía en que lo íbamos a encontrar y ella dice que vamos a saber algo más de lo que sucedió con mamá”.
En otro aspecto, reveló que hasta el momento “nunca tuvimos ningún dato ni información por dónde empezar”, a buscarlo. “Se había hecho la denuncia a la CONADEP, en el año 2000 que me acerqué a Abuelas, donde me hicieron una prueba genética y completé un formulario. Tomaron muestras genéticas de mis familiares y así se completó la base de datos genéticos y eso fue lo que completó este hermoso match”.
Al ser consultado sobre cómo vive este momento a la distancia, recalcó que se siente agradecido “al trabajo de Abuelas y Madre que han hecho posible este encuentro”.
Al enviar un mensaje a su hermano, Diego sostiene con calma: “Que se tome el tiempo que necesite pero lo estamos esperando con los brazos abiertos”. Al mismo tiempo, remarcó que espera “que la alegría se difunda porque se retroalimenta. Que esto sirva para que se encuentren más”.
Por último, enfatizó: “Ojalá no sólo se encuentren a los nietos sino que se castigue a los culpables y que sientan vergüenza social que la gente los señale y diga ese es un apropiador”.