“Vemos un panorama similar al del año pasado” dijo la funcionaria. “La gente se mueve, pero va cambiando sus costumbres, acortando la estadía o bajando el consumo en cultura, o en salidas a comer. Uno de los primeros rubros que afecta la macro es el turismo”.
Agregó que la provincia trabaja “con la banca pública, lo sostuvimos todo el año y ahora en verano ponemos el foco en el turismo, pero no solo para el veraneante sino también para los empresarios y los operadores turísticos para que puedan tomar créditos y financiarse para poner todo al servicio de la temporada que se viene. Estamos haciendo todo para tener la mejor temporada posible”.
Martínez afirmó que trabajan con los municipios “acompañando y fomentando el consumo y el turismo interno, porque la Nación está totalmente ausente y hasta parece que promueve que la gente se vaya a otro lado. Vamos a tener dos paradores de playa, uno en Villa Gesell y otro en Pinamar y vamos a estar en las fiestas locales para apoyar la identidad de cada municipio”.
Por otro lado, la subsecretaria admitió que “Brasil es nuestro mayor competidor turístico porque tenemos el mismo clima y por la extensión de sus playas. Pero no es tan sencillo llegar a Brasil, el costo es otro, acá los destinos turísticos están mucho más cerca”.
La funcionaria estimó que “va a ser un verano con gente que decida a último momento tomarse unos días porque la economía es muy fluctuante. Se decide día a día y también influye mucho el clima”.
Respecto de las fiestas de Navidad y Año Nuevo consideró que “va a haber movimiento, pero este año caen raro, porque los asuetos van a ser a partir del 24 y del 31 al mediodía y el jueves 26 y 2 de enero son laborables. Yo creo que los que se van para fin de año pueden continuar unos días. Las reservas son más bajas que otros años, pero no es porque se van todos a Brasil sino porque cambiaron las costumbres”.
Sobre este último aspecto, Martínez recordó que “estos cambios comenzaron en la pandemia cuando la gente necesitabas esas escapadas. Eso hizo que algunos destinos tuvieran turismo todo el año o gente que se fuera a vivir, como pasó en Pinamar, donde aumentó la población estable”. “La gente por ahí ahora no se va los 15 días, lo hace una semana”-concluyó.