Durante una entrevista con Historia Nocturna, Matías Bauso, escritor del libro 78: Historia oral del Mundial, relató: “Llegué a la conclusión que el Obelisco como centro de festejo nace en ese Mundial. Antes San Lorenzo festejaba en San Juan y Boedo, River en Núñez, Boca en La Boca, Racing e Independiente en Avellaneda. El festejódromo se convirtió a partir de ese evento porque se veía en pantalla gigante y a color en el Luna Park, en el Gran Rex y en uno de Lavalle, ahí solo ya tenías 20.000 personas que salían eufóricas”.
A su vez, contó que “la dictadura quiso prohibir los papelitos para dar una imagen de pulcritud”. A lo que agregó: “Yo creo que si hubieran imaginado que la gente iba a salir a festejar, hubieran intentando prohibirlo. Por varias razones: las masas era un fenómeno peronista y ellos se querían alejar de todo lo que se pareciera al peronismo; no sabían qué hacer con una masa; y también porque en una multitud podía pasar cualquier cosa, en un país donde el orden era clave”.
Por otra parte, manifestó: “Se suele decir que mientras se gritaban los goles en la cancha de River, se torturaba en la ESMA. Pero hay algo que es mucho más complejo, que es que mientras se gritaban los goles en la cancha de River, se gritaban los goles en la ESMA”. Mientras aseguró que “el fútbol claramente es importante, modifica estados de ánimos y conductas, provoca estas cosas que son absolutamente inexplicables”.
“A Claudio Tamburrini lo secuestran y se escapa de Mansión Seré, junto a otros dos. Se queda escondido en la casa de un familiar durante seis meses y la primera vez que sale a la calle es para festejar el triunfo de Argentina a Perú”, detalló quien también participó de la docuserie Argentina ’78, que se estrenó el pasado 27 de noviembre en Disney +.
Asimismo, continuó: “El Mundial fue el mejor momento del 'proceso', como lo llamaban los militares, y el peor momento de las víctimas. Hebe de Bonafini lo decía muy gráficamente: 'Mientras yo lloraba en la cocina, mi marido gritaba los goles en el living'”. Aunque señaló que “desde el punto de vista del exterior, el mundo se enteró de los crímenes de la dictadura en virtud del Mundial”.
Dicho Mundial fue el primero de João Havelange como presidente de la FIFA. “Como sabe que tiene un régimen que va a aceptar cualquier cosa y a su vez él tiene que aceptar cualquier cosa, lo utiliza de banco de pruebas del negocio”, manifestó al respecto Bauso. “Termina siendo amigo de Lacoste y nombrándolo vicepresidente de la FIFA. Cuando el fiscal Molina, ya en democracia, lo procesa a Lacoste por enriquecimiento ilícito, viene Havelange de Brasil y declara que esos 500.000 dólares son un préstamo personal que él le hizo”, añadió.
Ya sobre el cierre de la entrevista, el periodista precisó que “la gran sombra sobre la actuación de Montoneros durante el Mundial es si arreglaron o no arreglaron con Massera. Había una diplomática argentina en la embajada de París, Elena Holmberg, que vino a denunciar que Massera se había reunido con Firmenich y desapareció a los dos días”. En tanto que finalizó: “Hay mucha información de que hubo reuniones. Dicen que hubo una tregua y Montoneros se comprometió a no atacar a las delegaciones extranjeras”.