A días de que la gestión de Javier Milei cumpla su primer año, el sociólogo Alberto Quevedo, reflexionó sobre el recorte en el sistema de Ciencia y Técnica Nacional y en especial de las investigaciones en el campo de las Ciencias Sociales y aseguró que el gran cambio que propone LLA es sobre la “lógica comunicacional” porque a partir de “la batalla cultural” busca “destruir una política progresista y también la idea de un país con destino industrial”.
En ese escenario, el entrevistado subrayó que “la primarización de la economía no es una casualidad” y en ella encontró “elementos para pensar que estamos ante esa batalla cultural”. Por lo que alertó que “ellos la están dando en las redes, lugar que hoy es clave para que esto se arraigue en el sentido común” mientras que desde el “campo nacional y popular no ha habido buenas respuestas”. Pues, pese al apoyo que se le dispensó e la ciencia y a la tecnología en otros momentos “faltaron políticas comunicacionales de puesta en valor de todas ellas”.
En contacto con “Laboratorio de Ideas” por Radio Provincia, el ex director de FLACSO la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales describió a la gestión de La Libertad Avanza como “un gobierno que ha tenido una enorme capacidad de destrucción”. Y paralelamente dijo que “estamos en un año de mucha agresividad política, de crecimiento de la violencia verbal y física, y de aceleración de esos procesos”.
Quevedo puso el acento en que “durante la campaña electoral” se “construyeron muchas promesas que fueron aceptadas por la sociedad, como la motosierra y el término casta que es ambiguo y le permite a Milei definirlo con hechos”. Denunció que el Presidente siempre “habló de casta política” pero “sus medidas no fueron en su contra, porque con ellos negoció”. Y destacó que en contrapartida “sus decisiones sí fueron en contra de los jubilados, los estatales, la obra pública y la transferencia a las provincias”.
Por consiguiente consideró que con todas estas medidas el Presidente “empezó a definir a su administración como un gran gobierno de ajuste, cosa que estuvo dentro de sus promesas de campaña. Pero no cumplió con otras como la dolarización y lo que nunca anunció fue que la casta iba a estar entre los sectores más postergados, que es donde estamos viviendo un recorte muy cruel”.
Seguido estimó que “Milei es un fenómeno comunicacional” primero porque “en su campaña revolucionó la forma de comunicación política” al usar “las redes y la discursividad no verbal. Jugar mucho con su cuerpo, la música y los stand up”. Y señaló también que en éste proceso también hubo “un cambio en el lenguaje” porque “la agresividad política discursiva de Milei era absolutamente desconocida en Argentina” hasta su aparición pública.
En ese marco, Quevedo recordó que, tiempo antes, “a varios candidatos se los increpó por haber levantado un dedo, el tono o haber dicho algo de más, durante el debate con Mauricio Macri” mientras que “Milei dice todo de más y ese es su discurso político, asique trae una gran novedad desde el punto de vista comunicacional”.
En esa misma línea de pensamiento el entrevistado se remontó a los 90 donde también rastreó “un gran cambio en la comunicación política” porque estas discusiones abandonaron “la calle, la plaza, los espacios públicos y se trasladaron a la televisión. Y entonces los políticos hablaban de política sin estar en programas especializados”.
“Menem fue el innovador que encontró ese nuevo lenguaje” debeló Quevedo y por ello se convirtió en un “gran dominador de la escena mediática audiovisual”, estimó.
Sin embargo, el sociólogo descartó que esta nueva lógica comunicacional se pueda rastrear sólo en “una propuesta neoliberal” porque “en el siglo XXI, durante los primeros años de los gobiernos de Néstor y Cristina hubo un gran trabajo con el mundo audiovisual que también fue muy innovador”. Y mencionó por un lado “la creación de los canales Encuentro y PAKA-PAKA” y por otro la puesta en marcha de “una política a través del portal Educ.ar, que hizo actividades en las escuelas” que se complementó con el programa Conectar Igualdad y “terminó con una Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que fue una batalla política que el macrismo luego borró de un plumazo”.
Quevedo analizó que hoy “lo que pasa es que estamos en un territorio que ha cambiado completamente y ya no se trata de usar bien o mal la TV, sino que la batalla se ha corrido a las redes sociales” porque “la imaginería que la derecha desplegó en la web fue una gran sorpresa”. E insistió en que pese a que ésta no fue una creación exclusiva de Javier Milei en Argentina (porque replica experiencias de ultraderecha del mundo) y por tanto aseguró que en “el campo nacional y popular todavía hay mucho que aprender en ese territorio”.