En primer término, Borrás se ocupó de aclarar que “Intercargo es una empresa que presta el servicio de rampas en los aeropuertos, cien por ciento estatal, que da superávit y que con lo que factura no sólo cubre los costos operativos, sino que también paga salarios y genera ingresos al estado”.
Agregó que “no es cierto que sea una empresa monopólica, brinda un servicio de excelencia y tiene alrededor de mil 500 trabajadores en todo el país. Es una empresa federal con un sistema solidario que compensa las pérdidas de los aeropuertos menos rentables con las ganancias de los más rentables”.
Respecto del conflicto salarial que derivó en el paro del jueves, el sindicalista dijo que “hace más de un año que no tenemos negociaciones paritarias, no tuvimos ningún aumento y eso fue generando un clima de asfixia para los trabajadores. Hoy por hoy -agregó- un empleado de Intercargo cobra un sueldo promedio de $600 mil, con jornadas laborales de 12 horas y un trabajo físico muy exigente”.
En ese marco advirtió que “lo que necesitaba el gobierno era esto, generar un clima de descontento, porque ya es insostenible la situación económica de los trabajadores, y lo culmina despidiendo injustificadamente a un operario. Tras el paro el gobierno lo retruca y envía 15 telegramas más a los choferes de los micros”.
También desmintió que hayan tenido de rehén o secuestrados a los pasajeros arriba de los aviones. Al respecto aclaró que “fue la aerolínea la que decidió subirlos al avión cuando sabían que no estábamos trabajando”.
Por último, Borrás expresó que “Intercargo es un negocio sumamente rentable y por eso se lo quiere quedar una privada” y aseguró que “Flybondi, que es la peor aerolínea del mundo, es la más interesada”. Y concluyó: “el gobierno dice que se la va a entregar a los trabajadores, pero no lo hace. Ojalá lo hiciera. Pero la idea es volar todo por el aire para entregársela a un privado”.