La Plata, un espacio donde logra reverdecer su vínculo histórico con el género musical rioplatense. “Hace un par de meses estuve con Alberto Bianco y Néstor Rolan, con una obra titulada “Silvio Soldán y dos grandes valores del tango” y nos fue muy bien. Ahora estuvimos con “Sueños de Tango” con Guillermo Galvé y Marcelo Funes, con una gran orquesta, bailarinas, y también fue un éxito, es una etapa de mi vida que estoy disfrutando mucho”, destacó.
“También me gusta ser espectador de otros artistas, fui a ver a Nito Artaza al teatro Astral, una revista maravillosa, y se bajó del escenario, me levantó, me dio un abrazo, y dijo acá está Soldán, e inmediatamente apeló al humor diciendo que “después de exhaustivas investigaciones sociológicas y psicológicas se ha llegado a la conclusión de que los argentinos eligiendo presidente son peores que Silvio Soldán eligiendo novia”, y me encantó, sostuvo.
Entre escándalos amorosos y éxitos televisivos, el reconocido conductor dejó una huella indeleble en una infinidad de generaciones. “Parece una fanfarronada, pero la gente me quiere mucho, y lo acepto, y yo también quiero la gente. A muchos artistas no les gusta esto, pero a mí me halaga, y me siento muy bien, porque nosotros, en línea generales, nos metemos en esto porque nos gusta el cariño del público. Feliz domingo y Grandes valores del tango fueron dos cosas totalmente diferentes, pero que dieron el mismo resultado. Se hizo una compulsa donde se preguntaba cuáles eran los ciclos más recordados de toda la historia de la televisión argentina, y entre los treinta programas más resonados aparecían estos dos éxitos”, enfatizó.
“El salto en feliz domingo surge de manera espontánea, y tuve la suerte de colocar una frase que la gente aún repite, un programa hecho con amor, un corto, una quebrada que quedó en el imaginario colectivo. Recuerdo un día que estaban los treinta grupos de chicos que iban habitualmente y había un grupito que se veía muy pobre frente a los demás, se los percibía como achicados, acomplejados, como que se sentían menos y me dio mucha pena, estos pibes si no ganaban estaban imposibilitados de viajar a Bariloche. Y los veo haciendo la cola, y el representante de este colegio pasó, sacó la llave y abrió, y ahí grité y pegué un salto que no fue tan elevado, pero el director, muy rápido en ese momento, repite el salto en cámara lenta, entonces parecía que saltaba como un metro, pero fue un pequeño truco televisivo que salió perfecto”, recordó.
Estar al mando de dos tanques televisivos requirió una formación previa en locución, y demostrar que tenía variantes para conducir en la pantalla chica. “Yo venía de un éxito muy grande que fue entre los años 1960 y 1970, que se llamó El especial, un show musical maravilloso donde llegaban primeras figuras del mundo de la canción, así que ya venía con un buen antecedente. Cuando me convocan para hacer Grandes valores del tango me encantó porque adoraba el tango, enseguida me metí en mi salsa, porque era admirador de todas las grandes figuras del tango y pude conocerlos, tratar con ellos y hacerme amigo de muchos de ellos, una cosa fantástica. Y después vino Feliz domingo, que me permitió conectar con la juventud”, indicó en Ida y vuelta.
“Actualmente, vivo fundamentalmente de los espectáculos de tango, que son una especie de Grandes valores del tango, con un formato de una hora, me contratan y el representante especifica todo lo que necesito que es prácticamente nada, estoy solo con mi alma y a la gente le encanta, donde armo cuatro o cinco juegos muy divertidos, la gente lo pasa bomba, pero fundamentalmente porque recuerdan lo que era el Feliz domingo. En los últimos años me ofrecieron muchas cosas que nunca me gustaron y ahora apareció un productor que me convenció para hacer streaming, los cuatro lunes deoctubre y los cuatro lunes de noviembre, en un canal que se llama El Berretín, y mi programa se llama Feliz lunes”, concluyó en Radio Provincia.
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