El juzgado Federal en lo Civil, Comercial y Contencioso Administrativo de San Martín dictó a favor de la universidad de Madres una medida cautelar interina contra el Estado Nacional por la intervención que había designado en la institución.
En ese sentido, la rectora de la Universidad, Cristina Caamaño, aclaró que el impacto de la medida que ordenó la suspensión de la intervención, debe ser “positivo”, porque se trató del proceso de revisión, que es una interferencia hacia el Poder Legislativo, ya que “la Universidad está organizada y no necesita de un interventor, tienen que dar los gastos de funcionamiento y el salario de docentes y no docentes, y el ministerio de Capital Humano tiene que garantizar su funcionamiento", así como el de la extensión de la Universidad dentro del Penal de Marcos Paz.
Al ser consultada sobre el funcionamiento de la Universidad de las Madres en general, Caamaño aseveró que la situación es “crítica”, ya que “nadie ha cobrado su salario, no tenemos gastos de funcionamiento y los docentes dan clases sin cobrar porque están en esta institución. La Universidad no está abierta todos los días por una cuestión presupuestaria, no tenemos internet, servicio de limpieza y nada de lo que debería tener una universidad. Todo lo que está funcionando se hace a pulmón”.
Por otra parte, al referirse al operativo de la Policía Federal y la intervención que intentaron realizar, advirtió que “el interventor no apareció nunca más”.
En otro aspecto, se refirió a la marcha federal universitaria convocada para el próximo miércoles. En tal sentido, indicó que “esto nos va a dar más fuerza para ser más”, porque el reclamo "es por los salarios que quedaron estancados desde 2022". Seguido, agregó que "los docentes y trabajadores no docentes, están muy mal pagos por la responsabilidad de las tareas que cumplen. La actual secretaría de Educación no prevé nada de eso”, consignó.
Al referirse al Presupuesto 2025, dijo que “son una locura" los recursos que "se le quieren dar a la AFI, sin saber cómo se administrará, y no están contemplando las becas dentro del ámbito universitario, y los comedores, además de las obras que quedaron por la mitad y las universidades no las pueden terminar. Todo esto es dramático sobre todo para lo que implica la universidad como ascenso social”.