El flamante subsecretario de Atención a Inquilinos de la ciudad de La Plata, Ulises Bosia reflexionó sobre la situación habitacional en la ciudad capital de la Provincia y las exigencias de las inmobiliaria en un contexto donde La Plata “se inquiliniza” cada vez más.
Y advirtió que a partir de un relevamiento que están realizando ya se desprende que “las actualizaciones” que se realizan “cada 3 o 4 meses, suelen quedar por arriba de los precios de mercado” y por consiguiente “esos alquileres terminan quedando muy caros, no sólo con respecto a los ingresos de los inquilinos sino a otras propiedades similares”.
En contacto con “Es un Montón”, por Radio Provincia el funcionario adelantó que tienen registrado que de acuerdo a “los valores de agosto, un departamento de dos ambientes en la ciudad de La Plata, en promedio, equivale al 93% de una jubilación mínima. Es decir que una persona que cobra una jubilación mínima se gasta el 93% de su ingreso sólo en pagar el alquiler y esto no incluye impuestos ni expensas; lo cual es decir imposible”.
Por otra parte, destalló que de acuerdo a los inmuebles publicados en agosto un “departamento de 3 ambientes, en promedio, da $349 mil, de dos ambientes $275 mil y de un ambiente $213 mil”. Y puntualizó que si estos datos se comparan “con los salarios registrados, tanto del sector público como privado, condensados por el 𝗶́𝗻𝗱𝗶𝗰𝗲 𝗥𝗜𝗣𝗧𝗘 (remuneración imponible promedio de trabajadores estables), que es el más favorable porque mide los salarios brutos y no contempla los descuentos, te da que el impacto de un alquiler es del 30% del salario. Es decir que de todo lo que ganás, del 1 al 10, perdiste el 30% del sueldo y todavía te quedan pagar los servicios y las expensas, alcanzando el 50% del ingreso”.
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En consecuencia, estimó que “sin duda” los alquileres “son un tema urgente” en la ciudad y enfatizó como otra prueba de esto que la oficina municipal para este tema “abrió hace solo un mes y nos llegaron muchísimas consultas tanto de manera on line como presencial”.
“Evidentemente cuando se abre un espacio para escuchar estas problemáticas y plantear estrategias para afrontarlas, rápidamente, aparecen demandas de todo tipo", enfatizó y agregó que "el mundo de los alquileres hay dos escenarios: la formalidad y la informalidad”.
Seguido, el entrevistado analizó que en el marco de la legalidad “hay mucha confusión producto de la derogación de la Ley de Alquileres”, denunció que en ese “estado de confusión hay mucho aprovechamiento y abuso” e insistió que “si uno firma un contrato en el marco de una ley, por más que esta norma sea derogada, ese contrato se sigue enmarcando en lo que decía esa norma hasta la finalización del mismo”. Y señaló que cuando “los alquileres son de palabra” es donde “se viven las situaciones más dramáticas” y mucha gente queda en la calle porque no pueden afrontar ese gasto.
Finalmente describió que “nuestra ciudad se inquiliniza cada vez más a lo largo del tiempo. Según el último dato del Censo el 25% de los hogares son inquilinos. Pero, hace 10 años era el 18% y hace 20 años solo el 13%. Es decir que hay una tendencia cada vez más clara de que, cada vez, más personas acceden a una vivienda a través del alquiler”.
Y, describió que “para la juventud la problemática de la vivienda es muy compleja. Muchos se vuelven a las casas de los padres y otros que se juntan para sostener el alquiler mientras otros se van a vivir a pensiones; porque ya no sólo es el costo del alquiler sino también los servicios y las expensas que también aumentaron muchísimos y ese combo lleva a situaciones de mucha incertidumbre".