En diálogo con La siesta es sagrada, contó que actuar en la producción dirigida por Sebastián Ortega, “es muy tenso, muy oscuro emocionalmente”, debido a la temática del guión. “Pero con un elenco muy importante, actores y actrices fantásticos. En ese sentido estoy muy contenta”.
Luego agregó: “Yo no soy de las actrices que se queda con los personajes, pero la energía que uno se lleva de una comedia no es la misma que te genera una historia que transcurre en una cárcel”.
Tras comentar que “en Ensenada se filmaron escenas muy peligrosas que van a ser parte de la apertura de En el barro”, anticipó que estará en el Teatro Coliseo Podestá el 23 de noviembre presentando la obra “No tiene un desgarrón”.
Finalmente, lamentó que “hay poco trabajo para los actores, pero también para el pueblo argentino que atraviesa un gobierno de exterminio, no hay que escatimar las palabras a la hora de definirlo. Ese es el objetivo de nuestro presidente elegido por el pueblo. Hemos perdido un proyecto de inclusión votando a este señor”.