El periodista y escritor Reynaldo Sietecase habló con Miguel Rep en ‘El Holograma y la Anchoa” sobre su última novela, ‘La Rey’.
En ese marco, destacó que “siempre en la escritura me sentí en un proceso de aprendizaje, incluso en todas las novelas me planteo un desafío, por ejemplo, después de escribir dos en tercera persona, me propongo que la tercera sea en primera persona a ver qué pasa. En ‘La Rey’ quise tener un personaje femenino potente, nunca había tenido uno protagonizando. Me animo a usar otras locaciones, además de Buenos Aires, pequeñas cosas que me hacen trabajar. En la última novela trabajé con editora por fuera de la editorial para trabajar 6 meses. Me aboco al aprendizaje, en consolidar eso que me gusta y aprendo, me parece que escribo mejor. No me hace renegar de lo anterior, porque lo que escribí lo hice con los recursos que tenía”.
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Sietecase afirmó: “Leo poemas míos de los 18 años y me gustan y encuentro otros que no me parecen tan buenos, igual me gusta adquirir conocimientos, sentarme en una universidad a esta altura de mi vida también tiene que ver con ponerle límites al periodismo, tratar de darle más espacio a la literatura porque esto implica estar sentado tres horas y media por día hablando de Vallejos, Borges o Hemingway”, entre otros.
El entrevistado señaló que “en esta etapa quiero que mi vida esté 50 y 50, porque era muy abrumador el periodismo. Podría tener menos periodismo todavía, pero vivo de él”. Mencionó que “hace un tiempo que cobro relativamente bien porque los libros se venden, empiezan a darme una guita pero muy pocos pueden vivir solamente de la literatura. Es difícil. Yo tengo pocas aspiraciones, no soy una persona ambiciosa, tengo una casa, estoy tranquilo”.
En tanto, reconoció que “con esta novela está en la disyuntiva de la saga “porque todas las devoluciones me preguntan cómo sigue. Me gusta dejarle al lector alguna cosa para que él complete. En esta novela quizás hay posibilidad de por lo menos un libro más”.
Tras repasar todas las lecturas que profundizó en el proceso de escritura de su nueva obra, expresó que eligió que transcurriera en la Villa 31 “porque en los barrios populares de Buenos Aires hay mucha disputa entre peruanos y paraguayos”.
Además, destacó que “por laburo periodístico estuve varias veces en la Villa 31”, un lugar conocido para él pero “distinto a todos, porque es vertical y eso la hace muy rara, con pasillos pegados a la autopista”.